6.3.13

Este es mi amigo el paki, paki de corazón.



En esta oportunidad vamos a tocar un tema bastante usual en la comunidad homosensual: EL AMIGO PAKI. Todos tenemos ese amigo paki al que queremos tanto, que nos banca, nos jode, nos hace reir… pero que de un momento a otro pasa de ser “Ah, sí Pepito” a “AY DIOS, PEPITO... EL AMOR DE MI VIDA TE AMO SI HACEME TRES BEBUS”. Sí. Yo lo sé, vos lo sabés, el pueblo americano lo sabe. Ha sido objeto de estudio la cantidad de putos que se enamoran de sus amigos pakis, es obvio que este dato inútil me incluye.

Muchas veces esta atracción inminente es solo una calentura del momento. Tenés ganas de llenarlo de queso tholem y nada más. Lo mejor que podés hacer es ponerlo en pedo y cagártelo garchando bancártela, photoshopear alguna foto del chabón agregándole la pija de Brent Everett, clavarte una y seguir con tu vida.

Sin embargo ciertas veces es más que esas ganas físicas de estar con él/ella (si, créanlo o no, las tortas también tienen sentimientos), este cariño se transforma en amor o enamoramiento y eso sí es una garcha.
Hay un factor muy importante que provoca este comportamiento: la curiosidad del paki hacia el amiguito puto. No sé cuál es el problema de los héteros con esta cosa nueva del amigo homo, pero siempre les cabe histeriquearnos. EL QUE DIGA QUE NO, ESTÁ MINTIENDO. Les gusta saber que se pueden levantar tanto hombres como mujeres, les sube el ego, les provoca sensaciones nuevas en la pichula (?), y los atrapa como todo lo nuevo. En el momento en que tu amigo te toca el culo, te jode con que se la chupes, te tira alguna indirecta, te dice de que te lo garches pero por guita, o simplemente te habla todo el día de cosas de puto, BANG! TE ENAMORASTE, simplemente porque sos un pelotudo con necesidad de afecto y te cabe el morbo de lo prohibido.

Cuando pasa esto estás en el horno (hola expresiones de 1965). Vas a ponerte como loco, obsesivo, completamente celoso y errático. Vas a emocionarte porque ese día te saludó diferente y vas a ir como un idiota a contarle a tus amigas “AY BOLUDA, ME SALUDÓ CON UN BESO Y UN ABRAZO, ME PARECE QUE ESTÁ RE ENAMORADO DE MI Y NO SE ANIMA A DECÍRMELO”. No. O sea No. No pretendas que porque ahora estás muerto con el pelotudo este significa que el tipo va a salir del closet y te va a declarar su amor mientras te besa bajo la lluvia y suena de fondo  “Time of my life” reversionada por Glee.
En estas situaciones lo mejor es intentar alejarte un poco del ente en cuestión. Jamás le escribas un mail diciéndole todo lo que sentís. A lo sumo agarralo un día tranqui y decíselo en persona. Por mail maquinan más y es mejor evitar malentendidos. SILODIGOPOREXPERIENCIAPROPIAPELOTUDOS

Cuando la curiosidad del paki se hace más profunda y tenés signos de que si no se la come tiene los cubiertos en el bolsillo (para más información sobre cómo detectar putos encubiertos, diríjase a “El primero siempre duele”) tampoco te abalances sobre él. Dale tiempo, esperá señales concretas, o mínimamente esperá que él actúe. Si lo presionás puede que te salga todo para el orto, pierdas su amistad de mierda y encima te tengas que matar a pajas para después torturarte escuchando All by myself.

Para concluir, siempre intentá pensar las cosas en frío y mirar objetivamente la situación. A veces para demostrarte que está todo bien con (abro comillas) tu tema (cierro comillas) se ponen un poco más cariñosos, pero esto no significa que te amen con toda su alma y sueñen con hacerte el amor – intervalo para vomitar. Sean felices, sinceros y siempre pónganse en el lugar del otro, y sobre todo evitemos perder amigos por un enamoramiento pasajero. Besis.

P.D.: quiero mandar saludos a todos mis amigos heterosexuales de los que me enamoré en estos años que hicieron posible este post (?)

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