27.3.12

Changos! Qué chocho me tiene mi chongo.


En el día de hoy vamos a recurrir a un accesorio que debería estar tanto en los boxers del caballero como en las pantys de las damas, si señor, señorita, señora: el chongo.

Partamos por lo primero, ¿Qué significa chongo? Chongo/a es una persona a la cual se frecuenta para complacer las necesidades de índole sexual. Muy técnico mi amor, las brutas no entendemos. Básicamente es la persona que te garchás por hobbie. El chongo en algún momento es parte de nuestras vidas, y se convierte en alguien muy importante, tan importante como depilarte la tira de cola en verano.

El momento de conocerlo vos tenés que plantearle la situación y dejar todo bien claro para evitar problemas en el futuro, léase enamoramiento. NO CAGUÉS LAS COSAS, tenés pito gratis, aprovechalo. No son amigos ni son novios, y para mejorar la relación con tu chongo vamos a listar una serie de puntos importantes a tener en cuenta:

No tiene sentimientos: es un pedazo de carne -preferentemente de 20x4cm- del cual no necesitás saber que siente, que lo hace feliz, cómo le gustan las pastas. NO.

No pueden haber celos ni planteos de por medio: puede o no estar disponible, recordá que no sos exclusiv@ de él, NI NUNCA LO VAS A SER OK? ENTENDELO (acá imaginame zamarreándote por los hombros) ¿Celos? No, ni en pedo, se puede estar enfiestando a tu hermana y no podés decirle nada. Eso sí a tu hermana agarrala de los pelos y hacela comer polvo por no tener códigos  dale una buena charla sobre lo importante que es que no mezcle.

No tiene familia, ni amigos, ni cumpleaños, ni hogar, ni madre, ni mascotas, ni operaciones recientes, ni problemas laborales. Es una pija y punto, a lo sumo averigua de las STDs y si no sabés que es una STD podés recontra irte a la mierda por irresponsable.

No pretendas que tu chongo no sea exclusivo. En ese caso entrás en un caso de dependencia del cual después podés terminar con menos dignidad de la que tenías antes – si realmente te quedaba algo.

No podés hacerle preguntas personales, a lo sumo lo único que podés decirle después del sexo es ¿te pido un taxi o te vas en Bondi?, y si por casualidad se queda a dormir en tu casa no te levantás y le hacés un desayuno, a lo sumo le tiras el paquete de variedad abiertas y húmedas que sobraron – saludos a Alicia que me está leyendo.

No podés decirle que lo querés, ni que lo extrañás, ni que tenés ganas de verlo. No. Reemplazá todo por un ‘Quiero tu miembro húmedo en mis partes necesitadas de tu elixir”. Y está claro que no hay mensaje de texto que valga, solo el llamado para fornicar – algo así como el de tarzán pero con feromonas incluídas.

Confundite de nombre de vez en cuando, que el chongo sepa cuál es su lugar y que se de cuenta que no es tu amigo.

Hablando de la situación previa a ser chongo, digamos que es conveniente dar los siguientes consejos: Si te parece interesante o con buena personalidad, evidentemente te vas a enamorar como un/a pelotudo/a y vas a terminar mirando Tienes un e-mail o Bridget jones en ropa interior, medias y con un kilo de Freddo en la mano. Elegite uno simpático –léase feo- o tan lindo que compense por la falta de cerebro… así, no te enganchás (y si te enganchás, te lo merecés por idiota). Intentá con ese que te quiso presentar tu vieja.

La situación post-chongo… bueno, no existe. No hay amistad después del sexo, no me jodan. Cada vez que lo veas, te va a quedar esa imagen de su cuerpo escultural –ponele- dándote un tsunami de placer –dije PONELE-. El que me venga con lo contrario, que me diga cómo la remás con tu pareja cuando se entere que tu amigo era tu chongo… y si lo hizo exitosamente, le hago un altar.

En fin, lo más importante de todo es NO TE ENAMORES, vas a terminar garchado, pero infeliz, rejected y con necesidad de buscarte otro, es una paja encontrar un macho decente como para que lo desperdicies con tus boludeces del amor así que no te arruines la vida como yo. Perdón a los que se sintieron identificados pero necesitaban informarse. Cuídense y have a nice garche!



21.3.12

Simplemente Candy…


Quería compartir una historia con ustedes de algo que me pasó hace algunos años. Resulta que yo divino en mis joviales 18 andaba como todos ustedes putitos fáciles andarán ahora: regalados. Moviendo mis cachas por Améri-k y pasándome a cualquier cosa que tuviera piernas (y alguno que no también) hasta que lo conocí a él. Para resguardar su identidad vamos a decirle Sebastián. Hermoso, simpático, bueno con la madre – dato completamente inútil –, muy buena onda en general. Nos ponemos a salir, todo viene muy normal, merendábamos de vez en cuando, en la cama venía bien aunque la tenía un toque torcida pero bueno, a esas alturas me decían Retiro porque cualquier colectivo me dejaba bien, así que me chupo un huevo (metafóricamente).

Luego de unos dos meses de salir yo notaba raro a Sebastián, estaba un poco mas distante, mas distraído, se la pasaba llamando por teléfono a lo que lo primero que uno piensa es ‘este hijo de puta me mete los cuernos’ así que lo primero que hice fue garchar con el primero que se me cruzó preguntarle que le estaba pasando y me dijo que debíamos hablar.

Pense: ¿soy malo en la cama? Pero hice todo lo que me pidió, le bailé encima, le mordí los pezones, le saqué fotos a mi miembro con la ropita de Woody de Toy Story...no, imposible. Muy nervioso ya estábamos en su cuarto cuando se da la siguiente conversación.

S – Muñeco quería hablar con vos sobre algo que estuve pensando
Nota: por Dios si sos una de las personas que le dicen muñeco, bebé, divina, mamita, bebota, gordis, amorcito, bombón a tu pareja deberías urgente abandonar mi blog.
L – Si, qué pasó, hice algo que te jodió? – soy una drama queer/n, lo sé
S – No, nada que ver
L – Bueno entonces?
S – Hace un tiempo estuve pensando algo, y me parece justo que vos lo sepas.
L – Ok, me podés decir que es?
S – Desde chiquito quise ser.. mujer...y estuve averiguando en clínicas para operarme.
L – Perdón, qué? – En algún momento intentaré reproducir mi cara de wtf.
S – Si, quiero ser mujer, me quiero llamar Candy. – Ok, no te querías llamar Fantasy o Sheila y pegar cupones en los teléfonos públicos de Once?
L – Eh.. vos sabés que me gustás pero soy gay, me gustan los tipos. -léase no quiero verte la concha, la chuchi, la vagina, la pochola, la raja, la jenny, la kitty y la chenny, cu-li-suel-tas – Así que creo que hasta acá llegamos…
S – Si, entiendo… yo soy… simplemente… Candy.
Luk mode: conteniendo la risa.

Me alejé aún tentado, mirando al cielo y puteando porque más allá de todo yo lo quería a… Sebastián, Candy, o como verga o concha sea. Me quejé de mi mala suerte en las relaciones y mis tendencias de engancharme con gente rara, héteros confundidos y futuros travestis y me alejé para siempre de ese lugar de confusión y dolor – drama queen again.

Nunca más hablé con Candy, de hecho nunca confirmé si realmente se sacó el pipi y se puso chuchi, así que si en algún momento ven a una montada llamada así mándenle saludos de mi parte.

Sean felices, hagan lo que su culo les dicte (pasivas cuidado), pero siempre sin lastimar a nadie.

14.3.12

Promiscuos? Ni en pedo, solo somos raros.

Volviendo al tema diga formas de llamar al coito empezando ya: coito, garchar, coger,  tener sexo, hacer el amor, meterla, colocarla, revolver el estofado, mojar la chaucha, culear, follar… en fin, ponerla.

Venías de tu (no tan) soñada primera cita, con expectativas, con la carpa tendida y con ganas de llegar a segunda, tercera, cuarta base y quedarte inclusive con el bate. Entrás al departamento, te pusiste cómodo pero no tanto. Preparate por si tenés que escaparte corriendo si ves que te trae el disfraz de jabba the hut para que te pongas porque lo “vuelve loco”. Están ahí hablando de banalidades, ven las fotos y hacés preguntas boludas como ‘¿ay ese sos vos?’ o  ‘¿esas son las cataratas?’. Dale, pensá un poquito. Te muestra fotos de sus sobrinos, los cds que tiene y la colección de dvds mientras se te pasa por la cabeza cuanto tiempo tendrás que hacerte el copado para poder montarte en ese semental (what?). Después de la linda (y extensa) charla inicial, empiezan con los besos en el sillón, la manito, el clásico ‘oopps, te la toqué sin querer’ – si lo habrás hecho putita – y la cosa se pone mas hot y te dice de ir al cuarto. Accedés claramente, acomodás un poco el muñeco que para estas alturas ya debe tener vida propia y debe estar cantando una de Shakira más o menos, y se tiran en la cama. Y ahí está, el primer obstáculo que se puede presentar. Pensás para vos mismo ‘nunca le pregunté si era activo, la puta madre si es pasivo vamos a tener que sacar el Monopoly’. Si, señor lector, si usted no está al tanto del queer-world le informo que hay varios roles sexuales que pueden llegar a presentarse. En un principio eran solamente tres, pero con la inflación y toda la bola del INDEC se dispararon a 5. Si bien podés encontrar personas que se encasillan particularmente en un rol sexual, hay otros a los que les da lo mismo y van viendo en el momento, pero son difíciles de encontrar como los duendes. Estereotipemos un poco:
Los activos: típicos chongos, machotes, los que ‘la ponen’ (má si me estás leyendo perdón), los que generalmente llevan los pantalones en la relación, y los que le tocas el culo y saltan con un ‘eh loco que hace amigo’ (no acostumbro gente no marginal).
Los pasivos: vendría a ser el que recibe, generalmente son menos masculinos, al verdadero pasivo no se la tocás ni que le paguen, tiene su pija en una caja de cristal y no la piensa usar jamás. Ah y mea sentado (?).
Los versátiles: estos son los jodones, los que generalmente se prenden a la pizza y al helado, son los gauchitos del ambiente. La ponen, la reciben, juegan de 2 en el picadito y te lavan los platos si comen en tu casa.
Los versátiles+act: tienen tendencia a ambas cosas, pero generalmente la ponen.
Los versátiles+pas: pasivos arrepentidos.

En fin, estás ahí con tu cita (ya podemos llamarlo chongo, no?) pensando que si ambos son pasivos a lo sumo se frotaran las cachas, si son ambos activos espadearan a lo loco, y si son versátiles la caja de forro de tres no es suficiente – pará tigre.
Tiene tendencia a apoyarte: es activo, iuju!  (no lo digas en voz alta porque quedás como un pelotudo). Más tranquilo, te sacás la ropa que te quedaba, y dejás que todo surja (fui sutil esta vez).

Viene bien, la estás pasando bomba -ok, usemos frases de este siglo-, aparentemente él también, hasta que sale la siguiente situación:

Chongo – ¿Te puedo pedir algo?
Putito – Eh…si, si dale
Chongo – Nada.. me da vergüenza, pero creo que da el momento
Putito – Sí, decime
Chongo – ¿Me masturbás con los pies?
Putito – Obvio (what?)

Si, y ahí te la baja completamente, se te convierte en vagina, te crecen las tetas y te convertís en vedette. Chicos, ha pasado. Consejo importante, controlen sus fetiches para cuando haya más confianza, no pidas que te digan ‘papito’ o que se pongan esa remera vieja de rugby del ex porque les excita, o que te escupan. Posta.

Bueno, hacés el esfuerzo con los pies total ya estás ahí. Te sentís como Cathy Fulop ejercitando los cuadriceps en el programa de TyC, pero te la bancás. Termina el asunto, pasás al baño, salís y le decís ‘bueeeno.. me voy porque tengo que – inserte excusa pelotuda aquí – La pasé re lindo eh, me pedís un remís?’ y te vas para nunca más verlo, como en el 90% de las relaciones gays. Conclusión: la próxima vez procurá hablar un poco antes para confirmar que no te encuentres con sorpresas de este tipo, o mejor aún DEJA DE ENTRAR A MANHUNT. Besis.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Posteo dedicado a mi amiga y colaboradora en el blog Daniela que ayer cumplió sus dulces 21. Gracias por bancarme tanto, putetah.

5.3.12

Uno normalito... ponele.


Bienvenidos nuevamente, les comento antes que nada que está habilitado el blog para que cualquiera pueda agregar comentarios y sin captcha (nunca puedo entender que carajo dicen), así que cualquier nota, sugerencia o tema que les gustaría tratar pueden indicarlo ahí. Sin más preámbulos vamos a lo nuestro. Ya nuestro putito sabe detectar gays, y con suerte ya salió del closet, así que el paso siguiente ¿cuál sería tribuna? Garchar? No, no seamos tan promiscuos, digamos que es la primera cita.

Después de horas en manhunt viendo culos y pijas (si señora, dije pija) lo encontraste. El único puto que tiene foto vestido (de hombre); intereses normales (si le gusta lamer pies, te la bancás); y vive cerca (2 colectivos y un subte no es tanto), mandás privado, buena onda, le das el msn y esperás que no te salte con las típicas preguntas secadoras de vergas del estilo ¿y…la tenés gordita? ¿ activo, pasivo o patrimonio neto? ¿te gusta hacer gárgaras?. Si superó esto listo: podes ilusionarte, ingenuo. Arreglan para encontrarse en Sitges (típica) o en el cine, aunque probablemente si te invita al cine es porque quiere que le tirés la goma mientras ve el culo de Jude Law en Hugo. Ya tenés expectativas, buscás algo de ropa que te quede mínimamente decente porque definitivamente si yo te veo caer en chupines amarillos no cuentes conmigo.

Vas al baño para ponerte el gel asqueroso de 15$ que compraste y lo ves: el grano. No, no es un granito común, es un terrible pornoco que definitivamente salió por la que te clavaste viendo esa nueva peli de Brent Everret (todos sabemos quién es, no te hagas el boludo). Es el señor grano, el que tiene alma, piensa, te dice a quién va a votar en las elecciones del 2015, al que le tenés que pagarle entrada para ir al teatro. Te querés matar. Si sos un puto con todas las letras, seguro tenés una base de maybelline que le robaste a tu vieja y con eso la zafás un poco. Si sos un puto normal como yo (PARA, MR CHONGO) no tenés una bosta, te corrés un poco el flequillo y te repetís ‘no se nota tanto’ hasta que te cruzás al primer boludo y te dice ‘NO CHABÓN, TE SALIÓ UNA CARA EN EL GRANO’ y te la quieras cortar de nuevo.

Como sea, te vestís, te perfumás, te pedís un remís y lo esperás en Córdoba y Pringles hasta que te manda el mensaje diciendo que va a llegar tarde. Te hacés el superado y le respondés ‘Si, yo también llego un poco tarde’ mientras te cagás de calor y rogás que el travesti extranjero que esta cruzando no se te tire. (NOTA: No llegués temprano porque das a desesperado, no llegués tarde porque das a desinteresado. Llegá tipo con 10 minutos de retraso…qué complicado que es echarse un polvo por favor). Lo ves, bien vestido pero no exagerado -vos también te salvaste de los chupines amarillos -, se saludan y entran.

“La puta madre, pasta libre en Sitges” es lo primero que pensás. Si sos como yo es MUY probable que termines todo lleno de tuco, así que hacete el saciado, decís algo como ‘ay no, me clavé un doble cuarto y estoy lleno’ y listo. No la pifiés con la Ensalada Caesar porque da a pasiva. Unos tragos, buena charla, viene bien. Siempre evitá hablar de exs, plata, ETS, marca favorita de forros, los chongos que tuviste en sitges y los tiempos donde salías montada. Y algo importante, acordate de leer entre líneas: si se toca el paquete, quiere garchar; si te agarra la mano, quiere garchar; si estornuda sin taparse, quiere garchar. ¿Se entendió?
Llega el momento que esperabas, querido lector, te dice de ir al depto. Vos te hacés un toque el boludo, ‘ay no se si da’–inserte carita sonrojada aquí – pero todos sabemos que querés pito. Pagan la cuenta, se toman un taxi y van al alojamiento del muchacho. Entrás, no ves látigos ni fustas, eso siempre es bueno (o no). Se la manoteás y aparentemente tiene un miembro normal, de las peores cosas que te podrían pasar ahora es tener que encontrarte una pija rara (pija articuno, para los fanáticos de Pokemon). Y llega el momento esperado... el coito

Continuará.