29.2.12

No mamá, estoy limpiando el armario.

Bienvenidos nuevamente pedacitos de arco iris, gracias a todos los que visitaron el blog la semana pasada y por todos los comentarios buena onda que recibí. En esta ocasión vamos a hablar sobre un tema bastante conocido por todos nosotros: el clóset. No no señora, no el lugar donde usted pone sus vestidos de domingo, los paraguas y la bolsa con los papeles de regalo viejos (siempre hay una a la que le da lástima tirarlos), sino nos referimos a ese estado mental del homosexual -cariñosamente ‘el puto’- donde tiene miedo de asumir que le gusta lustrar el sable.

Tratemos de aconsejar a todo putito encubierto que lee el blog y tiene miedo de salir a la luz (a lo Edward Cullen). Primero lo primero, salir del armario es una cuestión pura y exclusivamente tuya, no tiene que ser un gran drama a lo Andrea Del Boca, con el rimel corrido y los ojos rojos por el llanto. NO, ok? El drama es muy 90s como el ICQ y los pantalones Oxford. El tema tiene que ser tratado como algo normal, porque si nosotros no podemos hacerles entender que es normal ¿quién lo va a hacer?

Segundo: es aconsejable primero tantear el panorama, contale a un amigo, a tu hermana, a un primo cercano y si te resulta más fácil ir con alguien que te banque a contarle a tus padres, hacelo. NOTA: no agarrés a la pasiva alocada con la bandana de Gaga y que te comiste a escondidas en Angels (sorry chicos, es un horror) y vayas con él de la mano porque ahí si que te van a sacar cagando y te van a dejar el traste mas roto de lo que probablemente ya tenías.

Ahora, hay tres etapas en la homosexualidad de un hombre: La primera es la ignorancia, cuando se hace el guacho ponedor y todavía ni él se dio cuenta que cuando mira porno, lo pone en silencio más porque le molestan los gemidos de la minita y prefiere mirar al negro con el metro entre las piernas. Parece casi irracional, pero créanme, pasa.

La segunda etapa es la entrada al closet. Existe un “AH” moment en el que un hombre piensa “esto no es lo mío”. A veces pasa durante el sexo… con mujeres. Mis condolencias para el autoestima de cualquier mujer que haya presenciado tal momento. De hecho mi “AH moment” se dio en el medio de un partido de Argentina cuando grité el gol mientras estaba en el meta-saca. Saludos a Julieta si está leyendo.

Estando en el closet, un hombre empieza a descubrir su nueva sexualidad. Hay muchos que se hacen un depto adentro del closet y viven ahí. NO señor, el closet eventualmente empieza a llenarse de humedad y se hace inhabitable, asco. Hay un término para los hombres que están en el closet: Closet case. Estos gays suelen ser problemáticos y confundidos, casi como una púber con PMS, pero con menos acné. Intentan esconder lo obvio, tienen los quilombos de salir del closet y sus relaciones suelen durar menos que la carrera de Zulma Lobato (si es que existió). Parte de este texto es para evitar closet cases, y otra parte es para saber identificarlos, ya saben… como prevención. Si sos un closet case: no está bueno hacerte el homofóbico, porque nos damos cuenta al toque. No está bueno chaparte a tu amigo y al día siguiente echarle la culpa a los dos champagne que te tomaste o a la droga que consumiste. No está bueno histeriquearle a un hombre NUNCA. Y por favor no te cases y tengas hijos y salgas a la luz al mismo tiempo que alguno de tus chicos porque NO DA.

El último consejo importante que tengo para darles es sobre la tercer etapa: la salida. Una cosa es dejar armario, como una persona normal. Un paso primero, te agarrás del marco de la puerta, agachás la cabeza para no golpearte con nada y taráa! Estás afuera. Pero otra muy diferente es ir corriendo, derribar la puerta con los stiletto rojos, maquillado como Nicki Minaj, y llenar todo el ambiente con arco iris, unicornios, estrellas, destellos de amor y mariposas mientras se escucha I will survive de fondo y todos bailan coreografiados. NO ES NECESARIO OK?

Espero que los consejos le sean útiles, suerte en su salida, sean felices y recuerden que todas las decisiones que tomen son por ustedes mismos y no por alguien mas.

22.2.12

El primero siempre duele.

Para inaugurar el blog me gustaría responder un llamado a la solidaridad y ayudar a todas esas novias inseguras de sus novios. ¿Me cornea? ¿Me miente? No, algo más importante que todas esas banalidades:  ¿Mi novio se lastra el pomo de carne y no me enteré? Así es señora o señorita, voy a hablarle de lo que más se: el Gaydar. Si usted piensa que su novio (o marido, por qué no? el fantasma del rainbow atrapa hasta los que lucen sortija) tiene algún secreto sobre sus preferencias sexuales, debería tener en cuenta ciertos aspectos que voy a dar a conocer a continuación:

Empecemos por lo principal algo que ningún hombre heterosexual debería tener: maquillaje. Si, es así. Si tu novio se maquilla más que vos ABRI LOS OJOS, se la morfa. Si te responde “No amor, soy metrosexual y nada más” no te la tragues (en todo sentido posible), le cabe la carne por popa. Ningún paki - nuestra jerga para Hétero - opina sobre maquillaje/pelo ajeno. El heterosexual va a la peluquería y se hace lo mismo de siempre, o algún desastre que no se da cuenta que lo es. CREMAS. Ningún heterosexual tiene más de una crema. Y si la tiene: está vencida, o se la compró la madre o inclusive fue recetada por un médico por haber contraído herpes, ladilla o hemorroides de alguna puta.

Otros elementos que jamás deberías encontrar en el departamento de él son velas aromáticas, incienso, posavasos, fruteras a la vista, decoración temática, flores, objetos relacionado al Feng shui, más velas aromáticas, cuadros de paisajes, bebés, flores, fotos de él posando para la cosmo, cds de Norah Jones, Roxette, Morrisey, Regina Spektor, Miranda! (evito nombrar a Britney, Christina, Madonna y Gaga porque si tiene esos CDs y no te diste cuenta que le cabe, merecés ser cornuda), películas tales como ‘PD te amo’, ‘The notebook’, ‘Orgullo y Prejuicio’, ‘Chicago’, ‘Moulin Rouge’, pantuflas peludas, pinza de depilar, minipimer, cortina de baño con algún motivo, sábanas estampadas, toallas ordenadas por categoría, bata, glade toque, una colección exagerada de zapatos… sabés que? Es del gremio.

Estar atenta: si ficha bultos, no necesitás otra pista. Si disfruta ir de shopping con vos y opinar, tampoco. Si baila bien, dale el beneficio de la duda. La decoración de interiores es como droga para los homosexuales: si quiere platos cuadrados, ponete en alerta. Si quiere sexo desesperadamente después de una película de Jude Law… lo perdiste.

Así que ya saben, si hay algún chongo bicurioso con novia que quiere mantenerse en el closet vayan sacando estos objetos y poniendo fotos de algún gato, un cuadro de Boca, saca Cosmo y Utilísima de los favoritos y ponete un ESPN, tira la cortina de baño con gatitos y poné una de ‘Duro de matar’ y bajate unos videos eróticos de Emmanuele. Creeme: ella te lo va a agradecer.